Uber está bastante familiarizado con los tribunales prácticamente en todo el mundo, cuando no es por una cosa es por otra pero sin duda esta es bastante peculiar.
Le Figaro relata una historia increíble, al parecer la app para iOS ayudó en el divorcio de un hombre porque su esposa descrubrió todas las andanzas de este pillo ligero de faldas.
Al parecer este fallo de seguridad solo afecta a la versión iOS de iPhone. Un usuario cuando se conecta a Uber para contratar un vehículo, al cerrar sesión continúa recibiendo notificaciones. Estas incluyen el tiempo de llegada a su destino, información valiosa para la esposa enojada que conoció de primera mano dónde se lo montaba su marido a lo grande con otras señoras de buen ver.
Todo apunta a un fallo en la gestión de contraseñas o ‘tokens’ de seguridad, se entiende que después de cerrar sesión en la app para iPhone, esta debe revocarlos y eliminar todos los tokens.
El asunto es que este hombre ahora le reclama a Uber 45 millones de euros, y todo por tener una app tan chivata.