Hola, me llamo Juan y soy un ¿afortunado? usuario-propietario de un iPod, un iPhone, un iPad y ahora, desde hace cuatro días, un fantástico MacbookPro de 17" de 2500 €uracos.
La presente queja simplemente es, para que el personal sea consciente de lo peseteros que pueden llegar a ser en esa "empresa" que ellos autodefinen modelica.
El pasado día 10 de enero mi pareja (Baltasar) me regalò el ordenador que he comentado, adquiriendolo en la Fnac de San Agustín de Valencia, donde estábamos de vacaciones y donde ella desconocía que había Apple store. Como me surgieron dudas sobre si configurar el aparato, en un domicilio donde carecía de linea wifi, ya que residimos a 750 km., pues antes de desprecintar el ordenador y aprovechando que pasaba al día siguiente por la puerta del Apple store de la calle Colòn de Valencia, entre para hacerle una pregunta a algún comercial sobre el asunto.
Me quedé "patidifuso" cuando tras comentarle todo lo anterior al comercial, este me contestó exactamente... "que no podía ayudarme por que no había comprado el ordenador en ese local... Y por tanto qué beneficio se podía llevar la tienda..." "...que tenía como solución, devolver el aparato en la frac y volver a comprarlo en el Apple store..." ¡ALUCINANTE y tal como lo cuento, no me invento nada!
por mi parte podría haberle razonado porqué me podía atender educadamente... Por ejemplo, se me ocurre, que por dar una buena imagen de marca... O por prestar un buen servicio en su trabajo y mantener así su puesto en esa empresa, o por ética profesional... O vete a saber por que infinidad de motivos que ahora ya no vienen al caso.
El caso es que uno que ha realizado un consumo en esa marca por un montante de unos 3700 €. O aunque hubieran sido 100€ se encuentra humillado, utilizado y qué se yo que más cosas...
En fín, me gustaría saber que tiene que ver esta forma de actuar con la filosofía que defendía Steve Jobs.
Creo que tengo que hacer publicas estas actuaciones, para que el personal no esté tan engañado.
Todo ello me recuerda un chiste de un candidato al cielo y al infierno que se disputan ambos lugares y que cuando ficha por uno de ellos las cosas cambian como de la noche al día... ¡Que no nos tomen por jilipollas!
Un saludo.
La presente queja simplemente es, para que el personal sea consciente de lo peseteros que pueden llegar a ser en esa "empresa" que ellos autodefinen modelica.
El pasado día 10 de enero mi pareja (Baltasar) me regalò el ordenador que he comentado, adquiriendolo en la Fnac de San Agustín de Valencia, donde estábamos de vacaciones y donde ella desconocía que había Apple store. Como me surgieron dudas sobre si configurar el aparato, en un domicilio donde carecía de linea wifi, ya que residimos a 750 km., pues antes de desprecintar el ordenador y aprovechando que pasaba al día siguiente por la puerta del Apple store de la calle Colòn de Valencia, entre para hacerle una pregunta a algún comercial sobre el asunto.
Me quedé "patidifuso" cuando tras comentarle todo lo anterior al comercial, este me contestó exactamente... "que no podía ayudarme por que no había comprado el ordenador en ese local... Y por tanto qué beneficio se podía llevar la tienda..." "...que tenía como solución, devolver el aparato en la frac y volver a comprarlo en el Apple store..." ¡ALUCINANTE y tal como lo cuento, no me invento nada!
por mi parte podría haberle razonado porqué me podía atender educadamente... Por ejemplo, se me ocurre, que por dar una buena imagen de marca... O por prestar un buen servicio en su trabajo y mantener así su puesto en esa empresa, o por ética profesional... O vete a saber por que infinidad de motivos que ahora ya no vienen al caso.
El caso es que uno que ha realizado un consumo en esa marca por un montante de unos 3700 €. O aunque hubieran sido 100€ se encuentra humillado, utilizado y qué se yo que más cosas...
En fín, me gustaría saber que tiene que ver esta forma de actuar con la filosofía que defendía Steve Jobs.
Creo que tengo que hacer publicas estas actuaciones, para que el personal no esté tan engañado.
Todo ello me recuerda un chiste de un candidato al cielo y al infierno que se disputan ambos lugares y que cuando ficha por uno de ellos las cosas cambian como de la noche al día... ¡Que no nos tomen por jilipollas!
Un saludo.