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Nuev@ Applesan@
Se busca esposa por 6.000 dólares y un año de garantía, por si se escapa
Según un informe del portal chino Souhu Jiaodian, sobre el capital que se necesita para poder casarse en 10 de las ciudades más grandes de China y elaborado a partir de una encuesta hecha por internet, en Pekín, por ejemplo, se necesita un promedio de 316.949 dólares para tener esposa.
La encuesta tiene en cuenta el costo aproximado de una casa de 80 metros cuadrados, los gastos de su decoración, de los electrodomésticos y otros artículos para el hogar, del coche, de la fiesta de matrimonio, de la luna de miel -en Europa o Australia-, y de todo lo que se gastó durante el periodo de enamoramiento.
Tras todos estos cálculos, pagar la suma de 900 a 6.000 dólares por comprar una esposa que, según sus vendedores, será cariñosa y buena, ha motivado a muchos chinos cuya mayor presión personal y familiar, aparte de la competencia laboral o lo costoso que significa comprar una casa, es conseguir esposa.
Natural de la provincia sureña de Guangxi, Hong Lin, obrero de construcción de educación media, 22 años, y cuyo sueldo mensual es 2.000 yuanes (312 dólares), contó al portal Global Times, que partió hacia Vietnam en busca de una esposa porque para alguien como él en China es muy difícil buscarla y no quería quedarse solo.
Como Hong, son muchos los casos de chinos pobres que parten al sureste asiático en busca de esposas para las que ellos son ricos y con los que se casan inmediatamente.
Sin embargo, muchos de estos matrimonios comprados se organizan sin el consentimiento de algunas futuras esposas, que son raptadas de sus familias, obligadas a casarse y, en no pocas ocasiones, maltratadas y prostituidas.
Como consecuencia de los matrimonios pagados y forzados, muchas de las esposas de los compradores al cabo de un tiempo se escapan; este es el caso recogido a fines de agosto por la agencia de noticias Xinhua en el que en Shuangfeng, comarca en la provincia central de Hunan, muchos de sus pobladores se quedaron sin esposas.
Según informaron los medios, las esposas, que fueron adquiridas a un precio de unos 5.686 dólares por cabeza, desaparecieron juntas abandonando, tras su huida, a alrededor de 50 chinos.
El hecho de que todas las esposas huyeran juntas reveló además la posibilidad que se trate de un acuerdo entre al empresa vendedora y las vendidas que, de esta manera, pueden ser revendidas y aumentar así los beneficios de la transacción.
Es por eso que los nuevos compradores están pidiendo una garantía por si la esposa se escapa y para asegurar su vida familiar.
Según un informe del portal chino Souhu Jiaodian, sobre el capital que se necesita para poder casarse en 10 de las ciudades más grandes de China y elaborado a partir de una encuesta hecha por internet, en Pekín, por ejemplo, se necesita un promedio de 316.949 dólares para tener esposa.
La encuesta tiene en cuenta el costo aproximado de una casa de 80 metros cuadrados, los gastos de su decoración, de los electrodomésticos y otros artículos para el hogar, del coche, de la fiesta de matrimonio, de la luna de miel -en Europa o Australia-, y de todo lo que se gastó durante el periodo de enamoramiento.
Tras todos estos cálculos, pagar la suma de 900 a 6.000 dólares por comprar una esposa que, según sus vendedores, será cariñosa y buena, ha motivado a muchos chinos cuya mayor presión personal y familiar, aparte de la competencia laboral o lo costoso que significa comprar una casa, es conseguir esposa.
Natural de la provincia sureña de Guangxi, Hong Lin, obrero de construcción de educación media, 22 años, y cuyo sueldo mensual es 2.000 yuanes (312 dólares), contó al portal Global Times, que partió hacia Vietnam en busca de una esposa porque para alguien como él en China es muy difícil buscarla y no quería quedarse solo.
Como Hong, son muchos los casos de chinos pobres que parten al sureste asiático en busca de esposas para las que ellos son ricos y con los que se casan inmediatamente.
Sin embargo, muchos de estos matrimonios comprados se organizan sin el consentimiento de algunas futuras esposas, que son raptadas de sus familias, obligadas a casarse y, en no pocas ocasiones, maltratadas y prostituidas.
Como consecuencia de los matrimonios pagados y forzados, muchas de las esposas de los compradores al cabo de un tiempo se escapan; este es el caso recogido a fines de agosto por la agencia de noticias Xinhua en el que en Shuangfeng, comarca en la provincia central de Hunan, muchos de sus pobladores se quedaron sin esposas.
Según informaron los medios, las esposas, que fueron adquiridas a un precio de unos 5.686 dólares por cabeza, desaparecieron juntas abandonando, tras su huida, a alrededor de 50 chinos.
El hecho de que todas las esposas huyeran juntas reveló además la posibilidad que se trate de un acuerdo entre al empresa vendedora y las vendidas que, de esta manera, pueden ser revendidas y aumentar así los beneficios de la transacción.
Es por eso que los nuevos compradores están pidiendo una garantía por si la esposa se escapa y para asegurar su vida familiar.