Sarita28
Applesan@
Cuando tenía 13 años tomé yo la decisión de que no me iba a confirmar. Mi educación fue ultracatólica y, por lo tanto, mi decisión muy razonada. Según los mismos parámetros de la misma iglesia en la que me eduqué, estoy fuera de ella. Pero como me bautizaron y no he apostatado, en los censos figuro como católica: un truco.
Es por eso que yo no tengo nada en contra de que venga el Papa a España, pero no quiero que su visita se sufrague con mis impuestos y con los de muchos españoles, el 80% que no van a misa cada domingo, aunque exista aún una ingente cantidad de personas como yo que consten en censos como católicos, sin serlo.
Como también me repatea que las corridas de toros se paguen con mi dinero (47 euros al año por familia española, 564 millones al año de subvención) respetuosamente sugiero al Gobierno español que sufrague la próxima visita de Clive Owen, que para mí es lo más divino que hay sobre la tierra, y soy consciente de que no se trata en absoluto de un culto minoritario.
Cuántas adeptas y adeptos entraríamos en éxtasis con una palabra suya.
Teniendo en cuenta que España figura en la cola de la UE en el gasto público social por habitante y en número de empleados públicos, se me ocurre que con 50 millones de euros se podrían subvencionar más de 30.000 plazas de guardería.
Esos 50 millones se podrían destinar a obras sociales si fueran los propios católicos los que pagaran la visita de su prelado. Una solución así me parecería bastante más cristiana.
Es por eso que yo no tengo nada en contra de que venga el Papa a España, pero no quiero que su visita se sufrague con mis impuestos y con los de muchos españoles, el 80% que no van a misa cada domingo, aunque exista aún una ingente cantidad de personas como yo que consten en censos como católicos, sin serlo.
Como también me repatea que las corridas de toros se paguen con mi dinero (47 euros al año por familia española, 564 millones al año de subvención) respetuosamente sugiero al Gobierno español que sufrague la próxima visita de Clive Owen, que para mí es lo más divino que hay sobre la tierra, y soy consciente de que no se trata en absoluto de un culto minoritario.
Cuántas adeptas y adeptos entraríamos en éxtasis con una palabra suya.
Teniendo en cuenta que España figura en la cola de la UE en el gasto público social por habitante y en número de empleados públicos, se me ocurre que con 50 millones de euros se podrían subvencionar más de 30.000 plazas de guardería.
Esos 50 millones se podrían destinar a obras sociales si fueran los propios católicos los que pagaran la visita de su prelado. Una solución así me parecería bastante más cristiana.