Nikola Tesla: una verdad incómoda para la ciencia

Bebita

Nuev@ Applesan@
Nikola Tesla: una verdad incómoda para la ciencia

Su cara en billetes y museos dedicados a su obra. David Bowie lo interpretó en una película y hasta el Dr. House sale en su defensa. Los libros se han encargado de esconder a Nikola Tesla como la vergüenza de que el mayor científico de todos los tiempos haya querido un mundo donde la energía llega gratis a todos los rincones del planeta.


Como dice el viejo refrán: el mejor truco del diablo es hacernos creer que no existe. El físico croata Nikola Tesla no fue un demonio, pero cada día aparecen más pruebas de que, quizás, ni siquiera perteneció a este planeta. Relegado a las solitarias esquinas del conocimiento hoy sabemos que Edison “inventó” la electricidad, que Marconi creó la radio y que Einstein y Newton son los más grandes físicos de la historia gracias a su teoría incombustible. O al menos gracias a un fantástico trabajo de publicidad.

Nikola Tesla era un científico que se saltaba la teoría para crear inventos tan asombrosos para el día de hoy, que nos permiten intuír algo del impacto y suspicacias que generaron en su época. Nacido un 10 de julio de 1856 en Croacia, Tesla revolucionó la teoría eléctrica desarrollando las bases para la generación de corriente alterna. Instalado en Estados Unidos trabajó para Edison quien se apropió de parte de su trabajo y boicoteó el resto.

Lo cierto es que Tesla probó un terremoto a escala al conseguir la frecuencia de resonancia en su cuadra y casi derribar el edificio donde vivía. Durante el sismo, sus vecinos lo sorprendieron tratando de apagar un enorme máquina a golpes. A diario, desde su taller, salían enormes relámpagos y truenos que en ocasiones podían escucharse a más de 35 kilómetros de distancia. Experimentos que eran la base para transmitir electricidad lejos y sin cables. Tesla pudo encender 20 focos a 40 kilómetros de distancia sin necesidad de cables, desarrollar lo que 50 años más tarde sería el rayo láser y generadores eléctricos que extraían energía de la tierra y la atmósfera. Él sabía que el movimiento del planeta genera una cantidad de electricidad ilimitada que reposa sobre nuestras cabezas a diario.


Los libros se han encargado de esconder a Nikola Tesla como la vergüenza de que el mayor científico de los tiempos haya querido un mundo donde la energía llega gratis a todos los rincones del planeta


Hoy se considera a Tesla como a un inventor adelantado a su época, auque en su tiempo fue “incomprendido” y hasta tachado de “loco”. Como ejemplo de lo anterior, se dice que durante la Primera Guerra Mundial, los estadounidenses deseaban poder detectar los submarinos alemanes, y Tesla pensó en usar la energía de las ondas electromagnéticas tal como hoy se emplea en el radar, pero estando a cargo de tal proyecto Edison, éste lo consideró una locura y tuvieron que transcurrir 25 años hasta que se construyera el primer radar basado en los principios de Tesla.

Desarrolló para la marina un submarino teledirigido antes siquiera de que la palabra robot fuera inventada, teniendo que abrir físicamente el invento para demostrarle a los testigos que no había nadie escondido dentro. Intentó fabricar lo que hoy en día se conoce como el microscopio electrónico y planeó extraer energía del sol antes de que a nadie se le ocurriera pensar siquiera en la energía solar. Postuló la posibilidad de usar la atmósfera terrestre como conductor de electricidad antes de que existieran las comunicaciones transoceánicas, y alimentó bombillas sin hilos (de paso dejando sin electricidad al pueblo más cercano al laboratorio en el que realizó este experimento). Todo con el propósito de conseguir su gran sueño, energía inalámbrica y gratis para todo el mundo.




Con el paso del tiempo se fue volviendo aún más excéntrico, afirmó en el año 1901 que había recibido emisiones de radio de seres de Marte o de Venus al recibir el patrón “1,2,3,4” en sus instrumentos. Afirmó que podía ver a los muertos, desarrolló un rayo de la muerte con el que, decía, podía aniquilar ejércitos enteros e intentó crear campos de fuerza para poder proteger ciudades enteras. También desarrolló una teoría alternativa a la de la relatividad de Einstein, y afirmó lo siguiente:

Podría inventar un vibrador capaz de partir el planeta Tierra en dos, como si fuera una manzana.

Sin embargo, el que quizás fue su experimento más terrible fue el intento de apuntar un rayo a la Luna y reflejarlo en ella, para así atacar a casi cualquier punto del planeta. De hecho, la coincidencia de la Explosión de Tunguska con la realización de uno de sus experimentos con este sistema ha llevado a algunos a pensar que Tesla pudo ser el responsable de dicha explosión.

Y así se podría continuar durante horas. Una mente orgullosa (rechazó un premio Nobel en el año 1912) que acabó sus días en 1943, a los 86 años, dando de comer a las palomas en Central Park, olvidado por casi todos. Una mente que quizá, si le hubieran dejado, podría haber cambiado el mundo. Para bien, o para mal, no lo sabemos. Tesla, el prototipo de científico loco, el señor del relámpago, y, posiblemente, el mayor friki de la historia.

“En un futuro próximo veremos una gran cantidad de aplicaciones de la electricidad: Podremos dispersar la niebla mediante fuerza eléctrica. Centrales sin hilos se utilizarán con el propósito de iluminar los océanos. Se conseguirá la transmisión de imágenes mediante hilos telegráficos ordinarios (transmisión sin hilos de inteligencia y energía) “
“Otra valiosa novedad será un máquina de escribir operada mediante la voz humana. Tendremos eliminadores de humo, absorbedores de polvo, esterilizadores de agua, aire, alimentos, y ropa. Se convertirá en imposible contraer enfermedades por gérmenes y la gente del campo irá a las ciudades para permanecer allí”.

“Transmisión de energía sin hilos (producida por generadores ambientalmente compatibles) para que el hombre pueda solucionar todos los problemas de la existencia material. La distancia, que es el impedimento principal del progreso de la humanidad, será completamente superada, en palabra y acción. La humanidad estará unida, la guerras serán imposibles, y la paz reinará en todo el planeta.”

Nikola Tesla (1856-1943)
 

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