Estaba un borracho en una esquina, cuando una mujer pasa caminando, el borracho la observa y le dice:
¡Adiós fea!
La mujer indignada se da media vuelta y le dice:
¡Borracho!
El borracho con una sonrisa le dice:
Sí, pero a mí, mañana se me pasa.
Mayas y Aztecas
Hay dos tipos de trabajadores: Los mayas y los aztecas.
Los mayas son aquellos que todos los días llegan al trabajo una hora más tarde, se van a desayunar, vuelven tres horas después y preguntan:
-¿MAYA-mado alguien?
Los aztecas son aquellos que llegan al trabajo, marcan la tarjeta y se marchan con la intención de no volver, pero antes de irse le dicen al compañero:
-AZTECA-rgo de lo mío.
Nada de Nada
Un hombre entra a la ferretería y pregunta:
-"Señor, ¿tiene clavos?"
-"No, no tengo, responde el vendedor"
-"¿Y pintura?"
-"La verdad es que tampoco tengo."
-"¿Y un serrucho?"
-"Mire señor, para serle franco, no tenemos nada."
Molesto, el cliente le reclama:
-"Bueno, ¿y entonces por qué no cierra?"
-"¡Porque no tengo candados!"
De Ladrones
Era un ladrón que estaba robando en una casa pero con tal mala suerte que llegaron los dueños de casa y lo vieron, entonces, el ladrón dice:
Como ya me vieron, los voy a tener que matar, pero antes quiero saber sus nombres, y le pregunta a la muchacha su nombre y ella dice:
Isabel.
A ti no te puedo matar porque así se llama mi mamá.
Luego le pregunta al muchacho y él le dice:
Me llamo Juan, pero mis amigos me dicen Isabel.
De pepito
La maestra en el salón de clases le dice a sus alumnos:
A ver niños, díganme qué parte de mi cuerpo les gusta más, y yo les voy a adivinar qué es lo que van a ser cuando sean grandes.
A ver Juanito, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Su pelo, maestra.
La maestra le responde, entonces tú vas a ser peluquero cuando seas grande.
A ver Luisito, a ti, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Sus ojos, maestra.
¡Ahh!, entonces tú vas a ser oculista Luisito.
A ver Diego, ¿y a ti?
A mí me gustan sus dientes, maestra.
Muy bien, entonces tú serás dentista cuando seas grande Diego.
A ver Pepito, ahora dime tú lo que más te gusta de mí.
Yo para qué le digo maestra, acabo de descubrir que quiero ser lechero.
Malpensados
La profesora interviene en una discusión entre dos alumnos:
Jaimito, ¿cuál es el problema?
Es que soy demasiado inteligente para estar en el primer grado.
Mi hermana está en tercero y yo soy más inteligente que ella. ¡Yo quiero ir para el tercero también! La profesora ve que no puede resolver el problema y lo manda para la dirección.
Mientras Jaimito esperaba en la antesala, la profesora le explica la situación al director. Éste le promete hacerle un test al muchacho, que seguro no conseguirá responder a todas las preguntas, y así accederá a continuar en el primer grado.
Ya de acuerdo ambos, hacen pasar al alumno y le hacen la propuesta del test que él acepta.
Inicia entonces las preguntas el Director: A ver Jaimito, ¿Cuánto es 3 por 3? -"9"-.
¿Y cuánto es 6 veces 6? -"36"-.
El director continúa por casi una hora, con la batería de preguntas que sólo un excelente alumno de tercer grado debe conocer y Jaimito no comete ningún error.
Ante la evidente inteligencia del menor, el Director dice a la profesora:
Creo que tendremos que pasarlo al tercer grado. La profesora no muy segura, pregunta: - ¿Puedo hacerle yo unas preguntas también? El director y Jaimito asienten.
Inicia entonces la profesora:
¿Qué tiene la vaca 4 y yo sólo dos?
Las piernas, responde Jaimito sin dudar...
¿Qué tienes en tus pantalones, que no hay en los míos?
El director se ajusta los lentes, y se prepara para interrumpir...
Los bolsillos, responde el niño.
¿Qué entra al centro de las mujeres y solo detrás del "hombre"?
Estupefacto, el director contiene la respiración...
La letra "E", responde el alumno.
¿Y dónde las mujeres tienen el pelo más crespo?
El director hace una mueca de asombro
En África, responde Jaimito sin dudar.
¿Qué es blando, y en las manos de una mujer se torna duro?
Al director se le cruzan los ojos.
El esmalte de uñas, profe... contesta Jaimito.
¿Qué tienen las mujeres en medio de las piernas?
El Director no lo puede creer...
Las rodillas, responde Jaimito al instante.
¿Y qué tiene una mujer casada más ancha que una soltera?
La cama.
¿Qué palabra comienza con la letra C, termina con la letra O, es arrugado y todos lo tenemos atras?
El director empieza a sudar frío...
El codo, profesora.
¿Y qué empieza con C tiene un hueco y yo se lo di a varias personas para que gozaran?
El director se tapa la cara...
Un CD.
El director, ya mareado de la presión les interrumpe y le dice a la profesora... Mire, póngame al carajito ese en sexto grado...
¡¡¡Yo mismo acabo de fallar todas las respuestas !!!
Muerto de Risa
Estaban dos hombres en el cielo y uno le pregunta al otro:
¿Y vos de qué moriste?
Congelado, ¿Y tú?
De la risa.
¿Cómo que de la risa?
Sí, es que yo pensaba que mi esposa me estaba engañando con otro hombre, entonces un día le dije que iba a salir por 2 días, pero cuando me fui, regresé ese mismo día para ver si la atrapaba con el otro hombre. Cuando llegué, busqué por toda la casa y no encontré a ningún hombre. Dándome cuenta del error que había cometido empecé a reír y reír hasta que morí.
¡Bruto, si hubieras buscado en la nevera nos hubiéramos salvado los dos!
¿Porque nadie quiere a las suegras?
Martín estaba trabajando, cuando su jefe le pregunta:
¿No va a ir al velorio de su suegra?
Y él le dice:
No jefe, primero el trabajo, después la diversión.
¿Como se dice en japones?
Cómo se dice en Japonés...
Nuevo hospital japonés: Aki Temato.
Director de la clínica: Dr. Kienkarajo Tekura.
Emergencias: Dr. Takurado Yamimito
Dermatología: Dr. Tukuero Taduro
Endoscopia: Dr. Temeto Tubito
Gastroenterología: Dr. Tesobo Tupanza
Inmunología: Dr. Loawanta Toito
Laboratorio: Dra. Temira Tukaka
Medicina Preventiva: Dra. Tamumal Kelosepas
Neumología: Dra. Tutose Mufuete
Neurología: Dr. Saturo Tukoko
Obstetricia: Dra. Tepalpa Podentro
Odontología: Dr. Tekito Lakarie
Oftalmología: Dr. Temiro Lozojo
Otorrino laringólogo: Dr. Yosi Tesako Mokito
Patología: Dr. Revisao Enchikito
Pediatría: Dr. Tekuro Lakria
Proctología: Dr. Temiro Kulete
Psiquiatría: Dr. Tarayado Tukoko
Radiología: Dr. Tomemo LaFoto
Traumatología: Dr. Tarreklo Tuwueso
Urología: Dr. Tupipi Tamalo
La Historia de un Feo
La Historia de un Feo.
Voy a contarles mi historia, no es una historia de amor ni tiene un final
feliz, pero es la única que tengo por haber nacido así, feo, muy feo.
Cuando nací, el doctor fue a la sala de espera y le dijo a mi padre, "hicimos lo
que pudimos, pero salió".
Mi mamá no sabía si quedarse conmigo o con la placenta.
Como era prematuro me metieron en una incubadora, con vidrios polarizados.
Mi madre nunca me dio el pecho porque decía que sólo me quería como amigo. Así que en vez de darme el pecho, me daba la espalda.
Es por eso que debo haber quedado petiso, tan petiso que en lugar de ser enano, soy profundo. De chico iba por los cuarteles para que me gritaran:
¡Alto! ¡Alto!
Yo siempre fui muy peludo. A mi madre siempre le preguntaban:
Señora, a su hijo, ¿Lo parió o lo tejió?
Mi padre llevaba en su cartera la foto del niño que ya venía en la cartera
cuando la compró.
Una vez me perdí, le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis
padres y me contesto:
No lo sé, hay un montón de lugares donde se pudieron haber escondido.
Y para colmo era muy flaco, tan flaco que un día metí los dedos en el enchufe y
la electricidad erró la patada.
Era realmente flaco, para hacer sombra tenía que pasar dos veces por el mismo
lugar.
Pero mi problema no era ser tan flaco sino ser FEO.
Mis padres tenían que atarme un trozo de carne al cuello para que el perro jugara conmigo.
Sí amigos, yo soy FEO, tan FEO que una vez me atropelló un auto y quedé mejor.
Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron un dedo mío a mis padres
para pedir recompensa. Mi padre les contestó que quería más pruebas.
Yo creo que no pagaron el rescate porque en casa éramos muy pobres, pero eso sí, a pesar de nuestra situación económica, somos muy honrados. Mi padre era tan honrado que un día encontró trabajo, y lo devolvió.
Por eso tuve que trabajar desde chico. Trabajé en una tienda de animales y la gente no paraba de preguntarme cuánto costaba yo.
Un día llamó una chica a mi casa diciéndome, "Ven a mi casa que no hay nadie", cuando llegué no había nadie.
A mi mujer le gusta mucho hablar conmigo después del sexo. El otro día me llamó
a casa desde un motel.
El psiquiatra me dijo un día que yo estaba loco. Yo le dije que quería escuchar una segunda opinión. De acuerdo, además de loco es usted muy feo, me dijo.
Una vez cuando me iba a suicidar tirándome desde la azotea de un edificio de 50
pisos, mandaron a un cura a darme unas palabras de aliento. Sus palabras fueron:
¡En sus marcas, listos!
El último deseo de mi padre antes de morir era que me sentara en sus piernas. Lo habían condenado a la silla eléctrica.
¡Adiós fea!
La mujer indignada se da media vuelta y le dice:
¡Borracho!
El borracho con una sonrisa le dice:
Sí, pero a mí, mañana se me pasa.
Mayas y Aztecas
Hay dos tipos de trabajadores: Los mayas y los aztecas.
Los mayas son aquellos que todos los días llegan al trabajo una hora más tarde, se van a desayunar, vuelven tres horas después y preguntan:
-¿MAYA-mado alguien?
Los aztecas son aquellos que llegan al trabajo, marcan la tarjeta y se marchan con la intención de no volver, pero antes de irse le dicen al compañero:
-AZTECA-rgo de lo mío.
Nada de Nada
Un hombre entra a la ferretería y pregunta:
-"Señor, ¿tiene clavos?"
-"No, no tengo, responde el vendedor"
-"¿Y pintura?"
-"La verdad es que tampoco tengo."
-"¿Y un serrucho?"
-"Mire señor, para serle franco, no tenemos nada."
Molesto, el cliente le reclama:
-"Bueno, ¿y entonces por qué no cierra?"
-"¡Porque no tengo candados!"
De Ladrones
Era un ladrón que estaba robando en una casa pero con tal mala suerte que llegaron los dueños de casa y lo vieron, entonces, el ladrón dice:
Como ya me vieron, los voy a tener que matar, pero antes quiero saber sus nombres, y le pregunta a la muchacha su nombre y ella dice:
Isabel.
A ti no te puedo matar porque así se llama mi mamá.
Luego le pregunta al muchacho y él le dice:
Me llamo Juan, pero mis amigos me dicen Isabel.
De pepito
La maestra en el salón de clases le dice a sus alumnos:
A ver niños, díganme qué parte de mi cuerpo les gusta más, y yo les voy a adivinar qué es lo que van a ser cuando sean grandes.
A ver Juanito, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Su pelo, maestra.
La maestra le responde, entonces tú vas a ser peluquero cuando seas grande.
A ver Luisito, a ti, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Sus ojos, maestra.
¡Ahh!, entonces tú vas a ser oculista Luisito.
A ver Diego, ¿y a ti?
A mí me gustan sus dientes, maestra.
Muy bien, entonces tú serás dentista cuando seas grande Diego.
A ver Pepito, ahora dime tú lo que más te gusta de mí.
Yo para qué le digo maestra, acabo de descubrir que quiero ser lechero.
Malpensados
La profesora interviene en una discusión entre dos alumnos:
Jaimito, ¿cuál es el problema?
Es que soy demasiado inteligente para estar en el primer grado.
Mi hermana está en tercero y yo soy más inteligente que ella. ¡Yo quiero ir para el tercero también! La profesora ve que no puede resolver el problema y lo manda para la dirección.
Mientras Jaimito esperaba en la antesala, la profesora le explica la situación al director. Éste le promete hacerle un test al muchacho, que seguro no conseguirá responder a todas las preguntas, y así accederá a continuar en el primer grado.
Ya de acuerdo ambos, hacen pasar al alumno y le hacen la propuesta del test que él acepta.
Inicia entonces las preguntas el Director: A ver Jaimito, ¿Cuánto es 3 por 3? -"9"-.
¿Y cuánto es 6 veces 6? -"36"-.
El director continúa por casi una hora, con la batería de preguntas que sólo un excelente alumno de tercer grado debe conocer y Jaimito no comete ningún error.
Ante la evidente inteligencia del menor, el Director dice a la profesora:
Creo que tendremos que pasarlo al tercer grado. La profesora no muy segura, pregunta: - ¿Puedo hacerle yo unas preguntas también? El director y Jaimito asienten.
Inicia entonces la profesora:
¿Qué tiene la vaca 4 y yo sólo dos?
Las piernas, responde Jaimito sin dudar...
¿Qué tienes en tus pantalones, que no hay en los míos?
El director se ajusta los lentes, y se prepara para interrumpir...
Los bolsillos, responde el niño.
¿Qué entra al centro de las mujeres y solo detrás del "hombre"?
Estupefacto, el director contiene la respiración...
La letra "E", responde el alumno.
¿Y dónde las mujeres tienen el pelo más crespo?
El director hace una mueca de asombro
En África, responde Jaimito sin dudar.
¿Qué es blando, y en las manos de una mujer se torna duro?
Al director se le cruzan los ojos.
El esmalte de uñas, profe... contesta Jaimito.
¿Qué tienen las mujeres en medio de las piernas?
El Director no lo puede creer...
Las rodillas, responde Jaimito al instante.
¿Y qué tiene una mujer casada más ancha que una soltera?
La cama.
¿Qué palabra comienza con la letra C, termina con la letra O, es arrugado y todos lo tenemos atras?
El director empieza a sudar frío...
El codo, profesora.
¿Y qué empieza con C tiene un hueco y yo se lo di a varias personas para que gozaran?
El director se tapa la cara...
Un CD.
El director, ya mareado de la presión les interrumpe y le dice a la profesora... Mire, póngame al carajito ese en sexto grado...
¡¡¡Yo mismo acabo de fallar todas las respuestas !!!
Muerto de Risa
Estaban dos hombres en el cielo y uno le pregunta al otro:
¿Y vos de qué moriste?
Congelado, ¿Y tú?
De la risa.
¿Cómo que de la risa?
Sí, es que yo pensaba que mi esposa me estaba engañando con otro hombre, entonces un día le dije que iba a salir por 2 días, pero cuando me fui, regresé ese mismo día para ver si la atrapaba con el otro hombre. Cuando llegué, busqué por toda la casa y no encontré a ningún hombre. Dándome cuenta del error que había cometido empecé a reír y reír hasta que morí.
¡Bruto, si hubieras buscado en la nevera nos hubiéramos salvado los dos!
¿Porque nadie quiere a las suegras?
Martín estaba trabajando, cuando su jefe le pregunta:
¿No va a ir al velorio de su suegra?
Y él le dice:
No jefe, primero el trabajo, después la diversión.
¿Como se dice en japones?
Cómo se dice en Japonés...
Nuevo hospital japonés: Aki Temato.
Director de la clínica: Dr. Kienkarajo Tekura.
Emergencias: Dr. Takurado Yamimito
Dermatología: Dr. Tukuero Taduro
Endoscopia: Dr. Temeto Tubito
Gastroenterología: Dr. Tesobo Tupanza
Inmunología: Dr. Loawanta Toito
Laboratorio: Dra. Temira Tukaka
Medicina Preventiva: Dra. Tamumal Kelosepas
Neumología: Dra. Tutose Mufuete
Neurología: Dr. Saturo Tukoko
Obstetricia: Dra. Tepalpa Podentro
Odontología: Dr. Tekito Lakarie
Oftalmología: Dr. Temiro Lozojo
Otorrino laringólogo: Dr. Yosi Tesako Mokito
Patología: Dr. Revisao Enchikito
Pediatría: Dr. Tekuro Lakria
Proctología: Dr. Temiro Kulete
Psiquiatría: Dr. Tarayado Tukoko
Radiología: Dr. Tomemo LaFoto
Traumatología: Dr. Tarreklo Tuwueso
Urología: Dr. Tupipi Tamalo
La Historia de un Feo
La Historia de un Feo.
Voy a contarles mi historia, no es una historia de amor ni tiene un final
feliz, pero es la única que tengo por haber nacido así, feo, muy feo.
Cuando nací, el doctor fue a la sala de espera y le dijo a mi padre, "hicimos lo
que pudimos, pero salió".
Mi mamá no sabía si quedarse conmigo o con la placenta.
Como era prematuro me metieron en una incubadora, con vidrios polarizados.
Mi madre nunca me dio el pecho porque decía que sólo me quería como amigo. Así que en vez de darme el pecho, me daba la espalda.
Es por eso que debo haber quedado petiso, tan petiso que en lugar de ser enano, soy profundo. De chico iba por los cuarteles para que me gritaran:
¡Alto! ¡Alto!
Yo siempre fui muy peludo. A mi madre siempre le preguntaban:
Señora, a su hijo, ¿Lo parió o lo tejió?
Mi padre llevaba en su cartera la foto del niño que ya venía en la cartera
cuando la compró.
Una vez me perdí, le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis
padres y me contesto:
No lo sé, hay un montón de lugares donde se pudieron haber escondido.
Y para colmo era muy flaco, tan flaco que un día metí los dedos en el enchufe y
la electricidad erró la patada.
Era realmente flaco, para hacer sombra tenía que pasar dos veces por el mismo
lugar.
Pero mi problema no era ser tan flaco sino ser FEO.
Mis padres tenían que atarme un trozo de carne al cuello para que el perro jugara conmigo.
Sí amigos, yo soy FEO, tan FEO que una vez me atropelló un auto y quedé mejor.
Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron un dedo mío a mis padres
para pedir recompensa. Mi padre les contestó que quería más pruebas.
Yo creo que no pagaron el rescate porque en casa éramos muy pobres, pero eso sí, a pesar de nuestra situación económica, somos muy honrados. Mi padre era tan honrado que un día encontró trabajo, y lo devolvió.
Por eso tuve que trabajar desde chico. Trabajé en una tienda de animales y la gente no paraba de preguntarme cuánto costaba yo.
Un día llamó una chica a mi casa diciéndome, "Ven a mi casa que no hay nadie", cuando llegué no había nadie.
A mi mujer le gusta mucho hablar conmigo después del sexo. El otro día me llamó
a casa desde un motel.
El psiquiatra me dijo un día que yo estaba loco. Yo le dije que quería escuchar una segunda opinión. De acuerdo, además de loco es usted muy feo, me dijo.
Una vez cuando me iba a suicidar tirándome desde la azotea de un edificio de 50
pisos, mandaron a un cura a darme unas palabras de aliento. Sus palabras fueron:
¡En sus marcas, listos!
El último deseo de mi padre antes de morir era que me sentara en sus piernas. Lo habían condenado a la silla eléctrica.