pelopotero
Nuev@ Applesan@
Colin McRae Rally 4 es un prodigio de jugabilidad y adicción sana. El juego consta esta vez de ocho modos posibles: Cuatro ruedas motrices y dos ruedas motrices (normal y avanzado), Grupo B, Etapas, Rally y Experto.
Los dos primeros son evidentes.
En el Grupo B correrás con los monstruos de los años 80, destacando claro nombres como Quattro (estos y los Clásicos tendrás que desbloquearlos ganando primero un Campeonato). En Rally podrás seleccionar un Rally concreto y rejugarlo a tu gusto. Etapas es el más personalizable, ya que podrás elegir los tramos que más te gusten de todos los disponibles y confeccionarte carreras propias enteramente a tu gusto. El modo Experto, claro, es la piedra de toque clave, ya que sólo podrás correr en visión de cabina interior, con daños al máximo y cambio manual. La dificultad no diría que es demencial pero sí alta para muchos.
Los efectos atmosféricos son de primera y ya no sorprende tanto, a pesar de lo cual seguro que más de uno alucina con la nieve, la lluvia y el polvo, pero es que conjuntados con las distintas luces, y junto con la gran variedad de zonas geográficas, más diferenciadas que nunca, hacen que estés deseando volver a tal o cual carrera, porque cada una se muestra única.
El sonido es francamente bueno, pero de nuevo la vista con que juegues determinará y mucho lo que escuches. Con un buen 5.1 tendrás la sensación de notar cómo la gravilla te salta al cogote con insistencia machacona, pero si no dispones de uno, incluso con dos altavoces la impresión es más que decente.
Los dos primeros son evidentes.
En el Grupo B correrás con los monstruos de los años 80, destacando claro nombres como Quattro (estos y los Clásicos tendrás que desbloquearlos ganando primero un Campeonato). En Rally podrás seleccionar un Rally concreto y rejugarlo a tu gusto. Etapas es el más personalizable, ya que podrás elegir los tramos que más te gusten de todos los disponibles y confeccionarte carreras propias enteramente a tu gusto. El modo Experto, claro, es la piedra de toque clave, ya que sólo podrás correr en visión de cabina interior, con daños al máximo y cambio manual. La dificultad no diría que es demencial pero sí alta para muchos.
Los efectos atmosféricos son de primera y ya no sorprende tanto, a pesar de lo cual seguro que más de uno alucina con la nieve, la lluvia y el polvo, pero es que conjuntados con las distintas luces, y junto con la gran variedad de zonas geográficas, más diferenciadas que nunca, hacen que estés deseando volver a tal o cual carrera, porque cada una se muestra única.
El sonido es francamente bueno, pero de nuevo la vista con que juegues determinará y mucho lo que escuches. Con un buen 5.1 tendrás la sensación de notar cómo la gravilla te salta al cogote con insistencia machacona, pero si no dispones de uno, incluso con dos altavoces la impresión es más que decente.