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Hot Rod y Street Rod:
Los norteamericanos fueron los creadores de este tipo de vehículos, denominados Hot Rod y Street Rod.
En un primer momento modificaban sus autos haciéndolos mas rápidos y potentes para escapar de la policía y así poder trasladar alcohol que estaba prohibido comercializar por la llamada “Ley Seca”.
Los tiempos fueron cambiando y buena parte de los amantes de los automóviles continuaron con la leyenda.
No existe una definición exacta o precisa. Hay interpretaciones que concurren en cuestiones menores teniendo en cuenta el tipo de carrocería, el año de fabricación, los elementos que deben modificarse, y así muchas cuestiones mas.
Lo único que queda claro y que resulta indiscutible es que este tipo de vehículos, en su inmensa mayoría, debe ser de origen norteamericano.
Luego, podrán darse o entenderse muchas versiones.
Por convencionalismo, un Hot Rod es un automóvil con modificaciones extremas, que incluyen el no poder circular públicamente, sino en circuitos. Hay quienes incluyen vehículos modificados y hasta 1932 en esta categoría.
Popularmente en Argentina eran denominadas sus carrocerías “las bateas”.
Por otra parte, los denominados Street Rod, son autos que si bien se encuentran modificados, el fin perseguido es una potenciación no tan extrema, modernizar la suspensión y el confort en general, y la principal diferencia es que para su uso son concebidos para circular y disfrutar de ellos en cualquier circunstancia.
Tomamos a continuación de la NSRA (National Street Rod Asociation) de Estados Unidos de América, como una fuente para que quede en claro que es lo que piensan quienes crearon este tipo de automotores:
“Nunca antes estuvieron tan interesados los americanos en automóviles especiales como lo están hoy en día. Ya sea un auto viejo reconstruido o uno nuevo, de producción limitada, o un vehículo de interés especial, esta es la era de lo único para todos los que se interesen en los autos.
Uno de los grupos cada vez mayor de entusiastas interesados en autos viejos son los “Street rodders”, los dueños y fabricantes de “Street Rods”.
Un “Street Rod” es el tipo de auto viejo más práctico.
La definición sería: un automóvil de 1948 o de años anteriores, el cual pasó por un proceso de modernización, ya sea en el motor, la transmisión, modificaciones en la parte interna, o cualquier otra modificación que el propietario desee. Un “Street Rod” se utiliza para eventos donde los vehículos son impulsados por sus propio motor y también como un vehículo seguro de uso diario para disfrutar con la familia.
Además es una forma de auto-expresión para el creador. El fabricante no está limitado a las pautas que determina otro... Es su propio jefe, y su producto puede ser lo que él quiera, siempre y cuando el vehículo estándar se haya fabricado antes de 1949.
El fabricante de este vehículo tiene la opción de agregar un motor último modelo y un tren de conducción de cualquier otro auto, puede modificar la suspensión para mejorar el andar y las características de manejo, y puede incorporar todas las comodidades que quiera.
Las más comunes son: aire acondicionado, control de crucero, radios estéreo AM/FM y reproductores de CD, dirección asistida y frenos y transmisiones automáticas. El resultado final es un automóvil adaptado a las necesidades del dueño, sin que por eso pierda la apariencia y el encanto de un automóvil de 50, 60 o incluso 70 años atrás.
Y como el fabricante tiene varias opciones cuando se trata de agregar el tipo de material que desea, puede utilizar también la pintura que quiera, desde la más inocente hasta la más transgresora, o puede hacer modificaciones en la estructura de la carrocería para que se adecue a su propio diseño.
El cielo es el límite y puede hacer lo que desee sin preocuparse por las reglas impuestas por otros.
Sin embargo, una de las ventajas de tener un “Street Rod” no está en la fabricación de un vehículo único, sino en la satisfacción que se siente una vez que está terminado. Con los tiempos modernos surge la facilidad de disfrutar el vehículo de diferentes maneras en contraste con otros autos viejos que resurgieron de la nada. Con este vehículo se pueden recorrer largas distancias disfrutando de la comodidad, sin arriesgar la seguridad de los pasajeros y los demás autos que circulan por la carretera. En la fabricación de un “Street Rod”, se incluyen generalmente mejoras en la dirección, las luces y los frenos, como complemento para lograr una mayor comodidad en el auto.
Un “Street Rod” es un viaje a la nostalgia, y aunque conserva gran parte del atractivo de un auto viejo, al mismo tiempo da lugar a la auto-expresión al permitir al propietario incorporar sus propias ideas en relación a la pintura, la estructura y el mecanismo que hace funcionar al auto. En esta era de automóviles de interés especial, el “Street Rod” es una de las expresiones más auténticas de vehículos personalizados”
Hot Rods:
La historia de una pasión de la sociedad americana, que lejos de quedar en el pasado, cada día se acerca más al presente, y más aun, muestra una clara proyección al futuro.
En la década del 30, luego de la depresión económica, los principales fabricantes de autos en EE.UU. observaron atentamente como los compradores se inclinaban por los autos de mayores prestaciones. Es así que comenzó una intensa competencia por poner en la calle autos reconocidos por sus logros en las carreras.
El viejo refrán decía: "gane el domingo, venda el lunes". Consideraron la importancia de dar a sus clientes motores cada vez más potentes. Ford tuvo una serie de modelos muy exitosos fabricados entre 1932 y 1940. Lo interesante es que son más buscados hoy que en su primera etapa. Para fines de los años treinta el interés por esos modelos crecía, y allí surgían los primeros encuentros para correr picadas.
Luego llegó la segunda guerra mundial. Las fábricas se dedicaron exclusivamente a la construcción de naves y artillería militar. Empleaban a miles de personas y se les daba capacitación en temas de mecánica. Otros miles eran soldados y conocieron Europa, vieron sus vehículos y su grado de avance técnico.
Una vez concluida la guerra, la vida de los ciudadanos americanos volvió a su normalidad cotidiana, pero con algunas diferencias. Su poder adquisitivo había crecido, pero a consecuencia de los cambios previamente explicados en la industria durante la guerra, tenían un parque automotor envejecido 6 años.
Todas las personas que tenían capacidad de ahorro, sumado a los conocimientos incorporados, dieron lugar al desarrollo de las carreras de picadas. Todos aquellos que modificaban sus autos no sólo lo exhibían con orgullo, sino que también querían medirse con otros que se dedicaran a la misma actividad, ver qué tan buenas eran las modificaciones efectuadas.
Buscaban autos de mecánica simple para poder entonces practicar en ellos arreglos y mejoras. En sus inicios, las picadas callejeras estuvieron fuera de control, causando accidentes y muy mala reputación a quienes preparaban Hot Rods. Más tarde, la voluntad de mantener las carreras sin tener problemas con la ley permitió la creación de la Asociación Nacional de Hot Rods (NHRA), que agrupaba por categorías a los corredores.
La realidad es que los Hot Rods van mucho más allá de las carreras de picadas. Hoy en día cientos de entusiastas preparan viejos Ford y Chevrolet para mostrar su joya, su vehículo terminado a gusto del dueño. En ocasiones, rescatar una vieja coupe Ford 32 ó 34, un Chevy 37 ó 39, comprar un V8 clásico o rectificar el original, enviar todo a restaurar a un taller especializado y obtener como resultado un auto a "capricho" del usuario puede llegar a valer desde 40.000 hasta 300.000 dólares.
Hay equipos especiales de diseño que fabrican Hot Rods con motores de Corvette o Mustang; es decir, que técnicamente son bastante modernos, luciendo una hermosa y clásica carrocería. Dos de los mejores diseñadores son Boyd Coddington y Chip Foose. Éste último diseñó el 0032 (ver fotografía).
En la década del noventa, cuando más impulso tomó la idea de hacer autos con reminiscencia de modelos del pasado, Chrysler presentó un concept que generó delirio en los Salones de autos en todo EE.UU. El Plymouth Prowler con sus ruedas inmensas y apenas cubiertas por pequeños guardabarros, una silueta de los años 30 y un motor V6 de más de 200 HP fue un éxito de ventas; algo que ni Chrysler esperaba.
Es evidente que los Hot Rods siguen y seguirán siendo el objeto de deseo de un grupo más que numeroso, es como el sueño que uno engendra desde niño. Afortunados ellos que tienen la oportunidad de hacer frente al enorme costo de llenar el tanque de combustible...
3 grandes emblemas de los Hot Rods:
Chevrolet Pickup: gloria de la década de 1950
Esta camioneta Chevrolet, originaria de los años 50s, es hoy en día apta para competencia profesionales de picadas. La restauración tuvo como objetivo final lograr una performance competitiva con los más poderosos autos V8 de preparados para picadas, pero a su vez aptos para circular por las calles.
Motor y transmisión
Para poder competir con vehículos especiales, pero de menor peso, esta Chevy Pickup utiliza un motor 383 preparado por Edelbrock con supercargador que le permite desarrollar más de 600 caballos de potencia. El V8 de 6.300 cm3 supercargado posee 2 válvulas por cilindro y transmite su potencia a través de una caja manual secuencial de 5 marchas. Todo esto le permite recorrer el cuarto de milla en 12,4 segundos (su record actual).
Chasis y suspensiones
En lo que al chasis respecta, para poder tolerar las enormes demandas de torsión que el V8 genera, se ha diseñado una nueva estructura tubular de acero reforzada especialmente. Posee suspensiones independientes y la performance es excelente. Posee discos ventilados perforados en las cuatro ruedas y neumáticos Goodyear especiales y homologados.
Ford Coupe 1940 custom
He aquí la historia de un Ford 1940 que fue restaurado por su dueño para entregar como regalo a su hijo. La restauración duró algo más de 4 años. El objetivo era no alterar demasiado el aspecto exterior del auto, pero sí dotarlo con tecnología más moderna para aumentar su seguridad. Dado que sus prestaciones son más de lo que cualquier coupe de aquella época podía presentar, se optó por dotar al viejo Ford con sistemas de frenos modernos, obviamente a discos ventilados, con sistema de ABS. El chasis original fue reemplazado por uno de construcción tubular que costó más de 12 mil dólares.
Motor y transmisión
El motor se mandó a pedir a EE.UU. Se trata de un V8 de 7.000 cm3 como el que equipaba a los Ford Cobra de la década de 1960. El motor, de mecánica sumamente simple, posee bloque de fundición y un carburador de 4 bocas Holley. El radio de compresión de 10,6 a 1 le permite alcanzar los 430 caballos de potencia a las 6.000 rpm. Al motor se vincula una caja de cambios manual de 4 marchas. Con semejante equipamiento, el Hot Rod aquí descripto alcanza una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos.
Chasis y suspensiones
Este Ford posee suspensiones independientes en las 4 ruedas, eso lo ayuda a maniobrar sin miedo a que se desparrame como una gelatina por el asfalto... sumado a su chasis tubular reforzado. En total se invirtieron casi 30 mil dólares en hacer de éste auto un espectacular Hot Rod.
Chevrolet Coupe 1937: 500 HP y tecnología de Corvette
Este Chevrolet 1937 fue restaurado en la década de 1990. La restauración duró algo más de 6 años. Comenzó en 1994 y culminó a mediados del año 2000.
El proyecto se inició cuando su dueño compró un motor V8 de Corvette ZR-1 de principios de 1993. Finalmente compró los restos del mismo Corvette, utilizando cuantos componentes fueran adaptables. El viejo Chevy recibió material de primera calidad.
Motor y transmisión
El V8 original del Corvette tiene un block pequeño de aluminio y 5.736 cm3 de cilindrada, 4 válvulas por cilindro (DOHC) e inyección electrónica de combustible secuencial multipunto. Cuando estándar, este motor entregaba 405 caballos de potencia a 5.800 rpm y un torque de más de 380 libras pie a 4.800 rpm.
Ahora, con el trabajo realizado en el V8, su conductor disfruta de 500 HP a 6.100 rpm y más de 430 libras pie de torque. La potencia llega a las ruedas a través de la caja ZF de 6 velocidades, la misma que acompañaba al mencionado V8 en el Corvette 1993.
Chasis y suspensiones
Las suspensiones también fueron adoptadas del Corvette. Al frente, los brazos de control son de largo desigual (superior e inferior) con amortiguadores de rango ajustable.
Las suspensión trasera también es independiente, con barra anti-rolido configurable. En lo que a los frenos respecta, no se utilizaron los del Corvette, pero sí se incorporó su sistema anti bloqueo Bosch ABS II. Calza neumáticos BF GoodRich de alto rendimiento.
Los norteamericanos fueron los creadores de este tipo de vehículos, denominados Hot Rod y Street Rod.
En un primer momento modificaban sus autos haciéndolos mas rápidos y potentes para escapar de la policía y así poder trasladar alcohol que estaba prohibido comercializar por la llamada “Ley Seca”.
Los tiempos fueron cambiando y buena parte de los amantes de los automóviles continuaron con la leyenda.
No existe una definición exacta o precisa. Hay interpretaciones que concurren en cuestiones menores teniendo en cuenta el tipo de carrocería, el año de fabricación, los elementos que deben modificarse, y así muchas cuestiones mas.
Lo único que queda claro y que resulta indiscutible es que este tipo de vehículos, en su inmensa mayoría, debe ser de origen norteamericano.
Luego, podrán darse o entenderse muchas versiones.
Por convencionalismo, un Hot Rod es un automóvil con modificaciones extremas, que incluyen el no poder circular públicamente, sino en circuitos. Hay quienes incluyen vehículos modificados y hasta 1932 en esta categoría.
Popularmente en Argentina eran denominadas sus carrocerías “las bateas”.
Por otra parte, los denominados Street Rod, son autos que si bien se encuentran modificados, el fin perseguido es una potenciación no tan extrema, modernizar la suspensión y el confort en general, y la principal diferencia es que para su uso son concebidos para circular y disfrutar de ellos en cualquier circunstancia.
Tomamos a continuación de la NSRA (National Street Rod Asociation) de Estados Unidos de América, como una fuente para que quede en claro que es lo que piensan quienes crearon este tipo de automotores:
“Nunca antes estuvieron tan interesados los americanos en automóviles especiales como lo están hoy en día. Ya sea un auto viejo reconstruido o uno nuevo, de producción limitada, o un vehículo de interés especial, esta es la era de lo único para todos los que se interesen en los autos.
Uno de los grupos cada vez mayor de entusiastas interesados en autos viejos son los “Street rodders”, los dueños y fabricantes de “Street Rods”.
Un “Street Rod” es el tipo de auto viejo más práctico.
La definición sería: un automóvil de 1948 o de años anteriores, el cual pasó por un proceso de modernización, ya sea en el motor, la transmisión, modificaciones en la parte interna, o cualquier otra modificación que el propietario desee. Un “Street Rod” se utiliza para eventos donde los vehículos son impulsados por sus propio motor y también como un vehículo seguro de uso diario para disfrutar con la familia.
Además es una forma de auto-expresión para el creador. El fabricante no está limitado a las pautas que determina otro... Es su propio jefe, y su producto puede ser lo que él quiera, siempre y cuando el vehículo estándar se haya fabricado antes de 1949.
El fabricante de este vehículo tiene la opción de agregar un motor último modelo y un tren de conducción de cualquier otro auto, puede modificar la suspensión para mejorar el andar y las características de manejo, y puede incorporar todas las comodidades que quiera.
Las más comunes son: aire acondicionado, control de crucero, radios estéreo AM/FM y reproductores de CD, dirección asistida y frenos y transmisiones automáticas. El resultado final es un automóvil adaptado a las necesidades del dueño, sin que por eso pierda la apariencia y el encanto de un automóvil de 50, 60 o incluso 70 años atrás.
Y como el fabricante tiene varias opciones cuando se trata de agregar el tipo de material que desea, puede utilizar también la pintura que quiera, desde la más inocente hasta la más transgresora, o puede hacer modificaciones en la estructura de la carrocería para que se adecue a su propio diseño.
El cielo es el límite y puede hacer lo que desee sin preocuparse por las reglas impuestas por otros.
Sin embargo, una de las ventajas de tener un “Street Rod” no está en la fabricación de un vehículo único, sino en la satisfacción que se siente una vez que está terminado. Con los tiempos modernos surge la facilidad de disfrutar el vehículo de diferentes maneras en contraste con otros autos viejos que resurgieron de la nada. Con este vehículo se pueden recorrer largas distancias disfrutando de la comodidad, sin arriesgar la seguridad de los pasajeros y los demás autos que circulan por la carretera. En la fabricación de un “Street Rod”, se incluyen generalmente mejoras en la dirección, las luces y los frenos, como complemento para lograr una mayor comodidad en el auto.
Un “Street Rod” es un viaje a la nostalgia, y aunque conserva gran parte del atractivo de un auto viejo, al mismo tiempo da lugar a la auto-expresión al permitir al propietario incorporar sus propias ideas en relación a la pintura, la estructura y el mecanismo que hace funcionar al auto. En esta era de automóviles de interés especial, el “Street Rod” es una de las expresiones más auténticas de vehículos personalizados”
Hot Rods:
La historia de una pasión de la sociedad americana, que lejos de quedar en el pasado, cada día se acerca más al presente, y más aun, muestra una clara proyección al futuro.
En la década del 30, luego de la depresión económica, los principales fabricantes de autos en EE.UU. observaron atentamente como los compradores se inclinaban por los autos de mayores prestaciones. Es así que comenzó una intensa competencia por poner en la calle autos reconocidos por sus logros en las carreras.
El viejo refrán decía: "gane el domingo, venda el lunes". Consideraron la importancia de dar a sus clientes motores cada vez más potentes. Ford tuvo una serie de modelos muy exitosos fabricados entre 1932 y 1940. Lo interesante es que son más buscados hoy que en su primera etapa. Para fines de los años treinta el interés por esos modelos crecía, y allí surgían los primeros encuentros para correr picadas.
Luego llegó la segunda guerra mundial. Las fábricas se dedicaron exclusivamente a la construcción de naves y artillería militar. Empleaban a miles de personas y se les daba capacitación en temas de mecánica. Otros miles eran soldados y conocieron Europa, vieron sus vehículos y su grado de avance técnico.
Una vez concluida la guerra, la vida de los ciudadanos americanos volvió a su normalidad cotidiana, pero con algunas diferencias. Su poder adquisitivo había crecido, pero a consecuencia de los cambios previamente explicados en la industria durante la guerra, tenían un parque automotor envejecido 6 años.
Todas las personas que tenían capacidad de ahorro, sumado a los conocimientos incorporados, dieron lugar al desarrollo de las carreras de picadas. Todos aquellos que modificaban sus autos no sólo lo exhibían con orgullo, sino que también querían medirse con otros que se dedicaran a la misma actividad, ver qué tan buenas eran las modificaciones efectuadas.
Buscaban autos de mecánica simple para poder entonces practicar en ellos arreglos y mejoras. En sus inicios, las picadas callejeras estuvieron fuera de control, causando accidentes y muy mala reputación a quienes preparaban Hot Rods. Más tarde, la voluntad de mantener las carreras sin tener problemas con la ley permitió la creación de la Asociación Nacional de Hot Rods (NHRA), que agrupaba por categorías a los corredores.
La realidad es que los Hot Rods van mucho más allá de las carreras de picadas. Hoy en día cientos de entusiastas preparan viejos Ford y Chevrolet para mostrar su joya, su vehículo terminado a gusto del dueño. En ocasiones, rescatar una vieja coupe Ford 32 ó 34, un Chevy 37 ó 39, comprar un V8 clásico o rectificar el original, enviar todo a restaurar a un taller especializado y obtener como resultado un auto a "capricho" del usuario puede llegar a valer desde 40.000 hasta 300.000 dólares.
Hay equipos especiales de diseño que fabrican Hot Rods con motores de Corvette o Mustang; es decir, que técnicamente son bastante modernos, luciendo una hermosa y clásica carrocería. Dos de los mejores diseñadores son Boyd Coddington y Chip Foose. Éste último diseñó el 0032 (ver fotografía).
En la década del noventa, cuando más impulso tomó la idea de hacer autos con reminiscencia de modelos del pasado, Chrysler presentó un concept que generó delirio en los Salones de autos en todo EE.UU. El Plymouth Prowler con sus ruedas inmensas y apenas cubiertas por pequeños guardabarros, una silueta de los años 30 y un motor V6 de más de 200 HP fue un éxito de ventas; algo que ni Chrysler esperaba.
Es evidente que los Hot Rods siguen y seguirán siendo el objeto de deseo de un grupo más que numeroso, es como el sueño que uno engendra desde niño. Afortunados ellos que tienen la oportunidad de hacer frente al enorme costo de llenar el tanque de combustible...
3 grandes emblemas de los Hot Rods:
Chevrolet Pickup: gloria de la década de 1950
Esta camioneta Chevrolet, originaria de los años 50s, es hoy en día apta para competencia profesionales de picadas. La restauración tuvo como objetivo final lograr una performance competitiva con los más poderosos autos V8 de preparados para picadas, pero a su vez aptos para circular por las calles.
Motor y transmisión
Para poder competir con vehículos especiales, pero de menor peso, esta Chevy Pickup utiliza un motor 383 preparado por Edelbrock con supercargador que le permite desarrollar más de 600 caballos de potencia. El V8 de 6.300 cm3 supercargado posee 2 válvulas por cilindro y transmite su potencia a través de una caja manual secuencial de 5 marchas. Todo esto le permite recorrer el cuarto de milla en 12,4 segundos (su record actual).
Chasis y suspensiones
En lo que al chasis respecta, para poder tolerar las enormes demandas de torsión que el V8 genera, se ha diseñado una nueva estructura tubular de acero reforzada especialmente. Posee suspensiones independientes y la performance es excelente. Posee discos ventilados perforados en las cuatro ruedas y neumáticos Goodyear especiales y homologados.
Ford Coupe 1940 custom
He aquí la historia de un Ford 1940 que fue restaurado por su dueño para entregar como regalo a su hijo. La restauración duró algo más de 4 años. El objetivo era no alterar demasiado el aspecto exterior del auto, pero sí dotarlo con tecnología más moderna para aumentar su seguridad. Dado que sus prestaciones son más de lo que cualquier coupe de aquella época podía presentar, se optó por dotar al viejo Ford con sistemas de frenos modernos, obviamente a discos ventilados, con sistema de ABS. El chasis original fue reemplazado por uno de construcción tubular que costó más de 12 mil dólares.
Motor y transmisión
El motor se mandó a pedir a EE.UU. Se trata de un V8 de 7.000 cm3 como el que equipaba a los Ford Cobra de la década de 1960. El motor, de mecánica sumamente simple, posee bloque de fundición y un carburador de 4 bocas Holley. El radio de compresión de 10,6 a 1 le permite alcanzar los 430 caballos de potencia a las 6.000 rpm. Al motor se vincula una caja de cambios manual de 4 marchas. Con semejante equipamiento, el Hot Rod aquí descripto alcanza una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos.
Chasis y suspensiones
Este Ford posee suspensiones independientes en las 4 ruedas, eso lo ayuda a maniobrar sin miedo a que se desparrame como una gelatina por el asfalto... sumado a su chasis tubular reforzado. En total se invirtieron casi 30 mil dólares en hacer de éste auto un espectacular Hot Rod.
Chevrolet Coupe 1937: 500 HP y tecnología de Corvette
Este Chevrolet 1937 fue restaurado en la década de 1990. La restauración duró algo más de 6 años. Comenzó en 1994 y culminó a mediados del año 2000.
El proyecto se inició cuando su dueño compró un motor V8 de Corvette ZR-1 de principios de 1993. Finalmente compró los restos del mismo Corvette, utilizando cuantos componentes fueran adaptables. El viejo Chevy recibió material de primera calidad.
Motor y transmisión
El V8 original del Corvette tiene un block pequeño de aluminio y 5.736 cm3 de cilindrada, 4 válvulas por cilindro (DOHC) e inyección electrónica de combustible secuencial multipunto. Cuando estándar, este motor entregaba 405 caballos de potencia a 5.800 rpm y un torque de más de 380 libras pie a 4.800 rpm.
Ahora, con el trabajo realizado en el V8, su conductor disfruta de 500 HP a 6.100 rpm y más de 430 libras pie de torque. La potencia llega a las ruedas a través de la caja ZF de 6 velocidades, la misma que acompañaba al mencionado V8 en el Corvette 1993.
Chasis y suspensiones
Las suspensiones también fueron adoptadas del Corvette. Al frente, los brazos de control son de largo desigual (superior e inferior) con amortiguadores de rango ajustable.
Las suspensión trasera también es independiente, con barra anti-rolido configurable. En lo que a los frenos respecta, no se utilizaron los del Corvette, pero sí se incorporó su sistema anti bloqueo Bosch ABS II. Calza neumáticos BF GoodRich de alto rendimiento.