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Nuev@ Applesan@
El iPhone acelera la aparición de arrugas en la cara
Jean-Louis Sebagh, el cirujano plástico de Cindy Crawfod, lanzó la voz de alarma tras detectar el fenómeno entre las "smartphone adictas". También los médicos clínicos advierten que hay cada más casos de pacientes con problemas en la vista y en las manos y muñecas.
Si pasáis horas trabajando con vuestro smartphone, leyendo mensajes y correos electrónicos, anotando citas o simplemente mirando la hora, podréis notar que en vuestra cara van apareciendo poco a poco arrugas de expresión.
Sabíamos del sol, de los tóxicos del medioambiente, de las huellas del frío y de los malos hábitos. Lo que desconocíamos hasta ahora es al nuevo enemigo de la belleza facial: los smartphone.
Si pasamos varias horas al día hablando o trabajando con el Blackberry y el iPhone, leyendo y contestando mensajes y correos electrónicos, anotando citas en el calendario o simplemente mirando la hora, tendremos nuevas y más arrugas de expresión.
Lo acaba de advertir Jean-Louis Sebagh, el cirujano plástico de Cindy Crawford, que lanzó la voz de alarma.
Según el doctor Jean-Louis Sebagh, el remedio estaría en una nueva técnica que bautizó "Blackberry botox": se trata de inyecciones de botox para eliminar los signos de expresión que deja el popular smartphone.
Consultado por el diario Evening Standard, Sebagh precisó: "Este fenómeno se puede ver claramente en quien utiliza Blackberry o iPhone". Y el esteticista Nichola Joss lo respaldó: "he constatado un aumento de las arrugas en mis clientes adictas al smartphone en el último año".
Además de las inyecciones de botox, aconsejan realizarse un automasaje a diario en la cara para resolver el problema.
Las arrugas de iPhone son la última patología atribuida al uso excesivo de esta tecnología. Otras enfermedades ya estudiadas son "el pulgar Blackberry": el dedo hace demasiado esfuerzo al escribir mensajes.
Tan es así que los médicos clínicos reconocen un aumento en las patologías de la mano vinculadas al excesivo uso de teclados más o menos grandes.
Otro mal vinculado a la tecnología es el "computer vision sindrome": tensión y sequedad ocular causada por la insuficiente lágrima y la excesiva fijación en el monitor.
Jean-Louis Sebagh, el cirujano plástico de Cindy Crawfod, lanzó la voz de alarma tras detectar el fenómeno entre las "smartphone adictas". También los médicos clínicos advierten que hay cada más casos de pacientes con problemas en la vista y en las manos y muñecas.
Si pasáis horas trabajando con vuestro smartphone, leyendo mensajes y correos electrónicos, anotando citas o simplemente mirando la hora, podréis notar que en vuestra cara van apareciendo poco a poco arrugas de expresión.
Sabíamos del sol, de los tóxicos del medioambiente, de las huellas del frío y de los malos hábitos. Lo que desconocíamos hasta ahora es al nuevo enemigo de la belleza facial: los smartphone.
Si pasamos varias horas al día hablando o trabajando con el Blackberry y el iPhone, leyendo y contestando mensajes y correos electrónicos, anotando citas en el calendario o simplemente mirando la hora, tendremos nuevas y más arrugas de expresión.
Lo acaba de advertir Jean-Louis Sebagh, el cirujano plástico de Cindy Crawford, que lanzó la voz de alarma.
Según el doctor Jean-Louis Sebagh, el remedio estaría en una nueva técnica que bautizó "Blackberry botox": se trata de inyecciones de botox para eliminar los signos de expresión que deja el popular smartphone.
Consultado por el diario Evening Standard, Sebagh precisó: "Este fenómeno se puede ver claramente en quien utiliza Blackberry o iPhone". Y el esteticista Nichola Joss lo respaldó: "he constatado un aumento de las arrugas en mis clientes adictas al smartphone en el último año".
Además de las inyecciones de botox, aconsejan realizarse un automasaje a diario en la cara para resolver el problema.
Las arrugas de iPhone son la última patología atribuida al uso excesivo de esta tecnología. Otras enfermedades ya estudiadas son "el pulgar Blackberry": el dedo hace demasiado esfuerzo al escribir mensajes.
Tan es así que los médicos clínicos reconocen un aumento en las patologías de la mano vinculadas al excesivo uso de teclados más o menos grandes.
Otro mal vinculado a la tecnología es el "computer vision sindrome": tensión y sequedad ocular causada por la insuficiente lágrima y la excesiva fijación en el monitor.
