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Curiosidades de la energía, entra y lee
El motor eléctrico más pequeño del mundo es menor que la cabeza de un alfiler, mide 0,04 cm. por cada lado. Tiene 13 partes y genera una millonésima de caballo de fuerza. Para ser visto en funcionamiento puede ser únicamente a través de un microscopio. Lo construyo William McLelland con un palillo de dientes, un microscopio y un torno de relojero.
En 10 minutos de un huracán se produce suficiente energía como para igualar a todas las reservas nucleares del mundo.
Un electrón y un positrón se atraen recíprocamente de dos modos: por la atracción electromagnética de sus cargas eléctricas opuestas y por la atracción gravitacional de sus dos masas.
La electromagnética es 4.200.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 veces más fuerte que la gravitacional. De las cuatro fuerzas conocidas (interacción débil, gravitación, interacción electromagnética, interacción fuerte), la gravitación es con mucho, la mas débil.
Los motores de combustión interna pierden eficacia a un ritmo de más del 2% por cada 300 metros de elevación. En el lago Titicaca, a 3816 metros de altura, en los Andes, los vehículos de motor y las lanchas pierden al rededor de un 30% de su potencia.
Un volcán tiene más energía que el mayor huracán, un tsunami o un terremoto.
La entrada de cada persona adicional en una fiesta equivale a encender otra bombilla eléctrica de 120 vatios. Un ser humano, que consume 2.500 caloría diarias, está proyectando a la larga (en forma de calor) alrededor de 104 calorías por hora, que es igual a 120 vatios.
La liberación de energía se realiza a expensas de la desaparición de masa. En las reacciones químicas ordinarias, la energía es liberada en cantidades tan bajas que la pérdida de masa es insignificante. Deben ser quemados 2.536.173 litros de gasolina para producir la pérdida de un gramo.
La idea de aprovechar la energía encerrada en la naturaleza inanimada como sustituto para el trabajo de esclavos no surgió hasta el siglo XVII, y sólo en algunos países, tales como Gran Bretaña y Holanda, donde no existía la esclavitud y el trabajo humano estaba encareciéndose.
Antes de la época de Benjamín Franklin la gente creía que había dos clases de electricidad. Franklin opinaba que existía únicamente una especie, con dos apariencias: una que representaba un exceso de fluido eléctrico y la otra un déficit. No había forma de distinguirlas, de manera que se puso a especular.
Tenía una posibilidad de acertar del 50% pero falló. Aún hoy, los ingenieros electricistas preparan sus diagramas con la electricidad en dirección equivocada, de acuerdo con la conjetura de Franklin. En la práctica, esto no importa; los aparatos eléctricos funcionan de todos modos (si todos entran por la puerta marcada "salida" y salen por la señalada como "entrada", van en dirección equivocada, pero no hay interrupción en el tráfico).
Un rayo genera temperaturas cinco veces mayores que los 6.000 grados centígrados detectados en la superficie del sol.
Una libra (453 gramos) de cualquier cosa, cuando es convertida por completo en energía, de acuerdo con la ecuación matemática de Einstein E=mc2, producirá 11.400.000.000 de kilovatios/hora de energía.
Alrededor de 1 millón de molinos de viento punteaban el panorama de los EEUU a principios del decenio de 1930, una época en que 40.000.000 de personas vivían en granjas, y antes de que comenzara el programa de electrificación rural.
Un rayo puede producir 3.750.000.000 kilovatios de energía eléctrica. Alrededor del 75% de esta energía se disipa en forma de calor, elevando la temperatura circundante a unos 15.000 grados centígrados y causando la expansión rápida del aire, lo cual produce ondas de sonido (truenos) que pueden ser oídas a 30 kilómetros de distancia.
Si un gramo de materia pudiera ser convertido en su equivalente de energía pura, y esta se usara para encender una bombilla de 1.000 vatios, habría energía suficiente para mantenerla encendida durante 2.850 años, o sea, desde la época de Homero hasta la actualidad.
La Tierra recibe sólo media diezmillonésima de la energía radiante del sol. Pero en pocos días recibe tanto calor y luz como los que podrían ser producidos por la combustión de todo el petróleo, el carbón y la madera del planeta.
Durante la 2ª Guerra Mundial, los químicos alemanes inventaron, con éxito, un proceso para hacer gasolina a partir de la hulla. Además, hacia el fin de la guerra y después de ella, muchos motores de camión fueron acondicionados para funcionar con el vapor de la leña común (cuando uno se quedaba sin "gas", recogía leña a un lado del camino y reanudaba el viaje).
Si se pudiera controlar la energía liberada por un huracán ordinario, podría suministrar la energía empleada en los EEUU durante medio año. La cantidad de energía sería equivalente a hacer estallar diez bombas atómicas cada segundo.
Calor, luz, electricidad, magnetismo, movimiento, sonido, enlaces químicos, fuerzas nucleares; todo esto representa formas de energía, y todos son aspectos diferentes de la misma cosa.
La electricidad que se mueve por un alambre es capaz de producir luz, y una pala puede producir calor mediante un movimiento rápido de rotación en el agua.
Es posible convertir el magnetismo en electricidad, la reacciones químicas en movimientos, las explosiones nucleares en sonidos, y así sucesivamente.
El motor eléctrico más pequeño del mundo es menor que la cabeza de un alfiler, mide 0,04 cm. por cada lado. Tiene 13 partes y genera una millonésima de caballo de fuerza. Para ser visto en funcionamiento puede ser únicamente a través de un microscopio. Lo construyo William McLelland con un palillo de dientes, un microscopio y un torno de relojero.
En 10 minutos de un huracán se produce suficiente energía como para igualar a todas las reservas nucleares del mundo.
Un electrón y un positrón se atraen recíprocamente de dos modos: por la atracción electromagnética de sus cargas eléctricas opuestas y por la atracción gravitacional de sus dos masas.
La electromagnética es 4.200.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 veces más fuerte que la gravitacional. De las cuatro fuerzas conocidas (interacción débil, gravitación, interacción electromagnética, interacción fuerte), la gravitación es con mucho, la mas débil.
Los motores de combustión interna pierden eficacia a un ritmo de más del 2% por cada 300 metros de elevación. En el lago Titicaca, a 3816 metros de altura, en los Andes, los vehículos de motor y las lanchas pierden al rededor de un 30% de su potencia.
Un volcán tiene más energía que el mayor huracán, un tsunami o un terremoto.
La entrada de cada persona adicional en una fiesta equivale a encender otra bombilla eléctrica de 120 vatios. Un ser humano, que consume 2.500 caloría diarias, está proyectando a la larga (en forma de calor) alrededor de 104 calorías por hora, que es igual a 120 vatios.
La liberación de energía se realiza a expensas de la desaparición de masa. En las reacciones químicas ordinarias, la energía es liberada en cantidades tan bajas que la pérdida de masa es insignificante. Deben ser quemados 2.536.173 litros de gasolina para producir la pérdida de un gramo.
La idea de aprovechar la energía encerrada en la naturaleza inanimada como sustituto para el trabajo de esclavos no surgió hasta el siglo XVII, y sólo en algunos países, tales como Gran Bretaña y Holanda, donde no existía la esclavitud y el trabajo humano estaba encareciéndose.
Antes de la época de Benjamín Franklin la gente creía que había dos clases de electricidad. Franklin opinaba que existía únicamente una especie, con dos apariencias: una que representaba un exceso de fluido eléctrico y la otra un déficit. No había forma de distinguirlas, de manera que se puso a especular.
Tenía una posibilidad de acertar del 50% pero falló. Aún hoy, los ingenieros electricistas preparan sus diagramas con la electricidad en dirección equivocada, de acuerdo con la conjetura de Franklin. En la práctica, esto no importa; los aparatos eléctricos funcionan de todos modos (si todos entran por la puerta marcada "salida" y salen por la señalada como "entrada", van en dirección equivocada, pero no hay interrupción en el tráfico).
Un rayo genera temperaturas cinco veces mayores que los 6.000 grados centígrados detectados en la superficie del sol.
Una libra (453 gramos) de cualquier cosa, cuando es convertida por completo en energía, de acuerdo con la ecuación matemática de Einstein E=mc2, producirá 11.400.000.000 de kilovatios/hora de energía.
Alrededor de 1 millón de molinos de viento punteaban el panorama de los EEUU a principios del decenio de 1930, una época en que 40.000.000 de personas vivían en granjas, y antes de que comenzara el programa de electrificación rural.
Un rayo puede producir 3.750.000.000 kilovatios de energía eléctrica. Alrededor del 75% de esta energía se disipa en forma de calor, elevando la temperatura circundante a unos 15.000 grados centígrados y causando la expansión rápida del aire, lo cual produce ondas de sonido (truenos) que pueden ser oídas a 30 kilómetros de distancia.
Si un gramo de materia pudiera ser convertido en su equivalente de energía pura, y esta se usara para encender una bombilla de 1.000 vatios, habría energía suficiente para mantenerla encendida durante 2.850 años, o sea, desde la época de Homero hasta la actualidad.
La Tierra recibe sólo media diezmillonésima de la energía radiante del sol. Pero en pocos días recibe tanto calor y luz como los que podrían ser producidos por la combustión de todo el petróleo, el carbón y la madera del planeta.
Durante la 2ª Guerra Mundial, los químicos alemanes inventaron, con éxito, un proceso para hacer gasolina a partir de la hulla. Además, hacia el fin de la guerra y después de ella, muchos motores de camión fueron acondicionados para funcionar con el vapor de la leña común (cuando uno se quedaba sin "gas", recogía leña a un lado del camino y reanudaba el viaje).
Si se pudiera controlar la energía liberada por un huracán ordinario, podría suministrar la energía empleada en los EEUU durante medio año. La cantidad de energía sería equivalente a hacer estallar diez bombas atómicas cada segundo.
Calor, luz, electricidad, magnetismo, movimiento, sonido, enlaces químicos, fuerzas nucleares; todo esto representa formas de energía, y todos son aspectos diferentes de la misma cosa.
La electricidad que se mueve por un alambre es capaz de producir luz, y una pala puede producir calor mediante un movimiento rápido de rotación en el agua.
Es posible convertir el magnetismo en electricidad, la reacciones químicas en movimientos, las explosiones nucleares en sonidos, y así sucesivamente.