mislata
Mislata
Es posible que la situación económica siga estancada, pero estos son tiempos de prosperidad para las fábricas "boutique" de automóviles. Desde los primeros años de la industria automovilística que no habían surgido tantos nuevos fabricantes.
Y no estamos hablando de sedanes o vehículos todo terreno ordinarios, sino de superautomóviles que pueden hacer frente a los Ferraris y los Aston Martin. Como todavía no han establecido su reputación, y tienen nombres estrafalarios como Gumpert, Koenigsegg y Spyker, es probable que algunos tiendan a descartarlos, pero eso sería un error.
Para quienes crean que comprarse un Bugatti Veyron no llama suficientemente la atención, está el a.d. Tramontana. Las letras "a.d." son las siglas en inglés de "diseño avanzado", descripción que se queda corta si tenemos en cuenta que está equipado con carrocería de fibra de carbono, motor Mercedes AMG V12 de 720 caballos de fuerza con dos turbocompresores, llantas de aleación de magnesio y una cubierta de vidrio sobre la cabina como si fuerza un avión caza. Se puede elegir entre una versión monoplaza y otra biplaza, en la cual el pasajero se sienta directamente detrás del conductor. La cubierta de avión caza es opcional. Sólo se fabrican unas doce unidades al año en los talleres de la empresa en Cataluña, España. El precio inicial es de aproximadamente US$500,000.
Gumpert Apollo
El Gumpert Apollo es tan alemán como el Ferrari es italiano. Se fabrica en Altenburg, en la región central de Alemania. Tiene unas formas austeras muy Bauhaus y su motor Audi V8 muy modificado aporta 650 caballos de fuerza a las ruedas traseras. Tiene una verdadera alma de automóvil de carreras, con una estructura de acero que cumple con los reglamentos de competición. Está tan personalizado que los asientos se moldean en una estructura de fibra de carbono que conforma todo el interior, así que no es posible simplemente deslizar o inclinar el asiento para ajustarlo. La posición de conducción se adapta a cada comprador mediante el ajuste de los pedales, el volante y el relleno de los asientos. Su precio arranca en US$400,000 y puede trepar a US$750,000... y más.
Iconic AC Roadster
Se podría decir que el AC Roadster de Iconic Motors es el Shelby Cobra del siglo XXI. Aunque este biplaza de 800 caballos de fuerza, que tiene un valor de US$350,000, luzca como el clásico cupé de la década de 1960, todo en él es nuevo y diseñado desde cero, incluido el motor V8 con biela de empuje, el chasis de aleación de cromo y fibra de carbono, los amortiguadores opuestos horizontalmente y las tuercas de las ruedas con cierre centralizado y torneadas de una sola pieza de titanio. El fundador de la empresa, Claudio Ballard, se sirvió incluso de sus 35 años de experiencia en la industria de la computación para reinventar el sistema eléctrico del automóvil, reemplazando metros de cables analógicos con módulos digitales de un solo cable, que ahorran espacio y energía.
Koenigsegg Agera
La fábrica sueca Koenigsegg lleva más de una década de actividad, pero sus extravagantes automóviles son como naves extraterrestres para la mayoría de los conductores. Sin embargo, para los aficionados a los automóviles se ha convertido en el David que vencerá a los Goliats. La creación más reciente de la empresa es el Agera. Las marcas de esta bestia de 850 caballos de fuerza son asombrosas: acelera de 0 a 62 mph en 3.1 segundos y su velocidad máxima aproximada es de 245 mph. Pero algunas de sus prestaciones menos evidentes son igual de impresionantes, como la "iluminación fantasma", que utiliza "nanotubos invisibles" para emitir luz a través de botones de aluminio espejo. El precio no está disponible.
McLaren MP4-12C
Allá por 1993, un automóvil de nombre McLaren F1 produjo conmoción en el mundo de los superautomóviles con su alucinante rendimiento y un precio de un millón de dólares. Bueno, parece que la historia se va a repetir. Después de años de concentrarse en las carreras de Fórmula Uno y algunas ofertas orientadas al mercado del alto rendimiento, McLaren presenta un automóvil deportivo más domesticado. A diferencia de su antecesor, que es en esencia un automóvil de carreras habilitado para circular por las calles, el MP4-12C está diseñado para superar en rendimiento a fábricas establecidas de automóviles deportivos de Gran Bretaña e Italia, a la vez que ofrece comodidades suficientes para la conducción cotidiana. El precio a pagar por el derecho a conducirlo comienza en US$250,000.
Morgan Aero SuperSports
La empresa automotriz británica Morgan Motor Co. ha fabricado durante mucho tiempo cupés convertibles a la antigua, con carrocería de madera (sí, de madera) y estilo clásico. Y aún lo hace. En 2000, Morgan presentó un convertible llamado Aero 8, que polarizó a los aficionados con su estilo clásico pero actualizado. Le siguió el AeroMax cupé de edición limitada en 2008. Ahora llega el Aero SuperSports, que es una combinación de sus predecesores, con el baúl alargado del AeroMax y techo con panel desmontable para conducir al viento. Al igual que los Aeros, el SuperSports (que se vende por unos US$200,000) obtiene su potencia de un motor BMW V8 que ofrece un rendimiento explosivo con alto nivel de confiabilidad
Noble M600
Noble es una pequeña empresa británica poco conocida fundada por el empresario e ingeniero Lee Noble. Hasta hace poco, ofrecía poco más que los llamados kit cars, cuyos chasis de acero, carrocerías de fibra de vidrio y motores de origen Ford debían comprarse por separado para luego ensamblarlos, ya que los automóviles no cumplían por sí mismos con las reglamentaciones de seguridad y emisiones de los EE. UU. Pero, así y todo, eran capaces de humillar a los Ferraris y los Lamborghinis tanto en arranque como en las curvas. El nuevo M600 de Noble es un superautomóvil con una exótica carrocería de fibra de carbono y motor V8 de 650 caballos de fuerza con doble turbocompresor.
Pagani Zonda
El argentino Horacio Pagani comenzó a tallar modelos de superautomóviles de madera cuando tenía 12 años. Los que construye ahora son de verdad y cuestan más de un millón de dólares. Después de ocupar la gerencia de la división compuesta de Lamborghini y luego establecerse por su cuenta como asesor de diseño e ingeniería, fundó Pagani Automobili en 1992 para crear su propio rival del Lamborghini, el Zonda. El diseño con motivo de avión jet se hace evidente en el habitáculo tipo cabina de piloto y en los exclusivos tubos de escape cuádruples. El motor V12 construido a mano de la división AMG de Mercedes propulsa a este biplaza de peso liviano con el empuje propio de una turbina.
Spyker C8 Aileron
Antes de que Spyker Cars comprara Saab a General Motors a comienzos de 2010, relativamente poca gente conocía a esta diminuta empresa automovilística holandesa. Pero se ha estado dedicando a la fabricación de seductores superautomóviles con motores Audi desde 2000. El último modelo de la empresa, el C8 Aileron, representa la evolución de sus predecesores, el C8 Roadster y el Laviolette. Al igual que ellos, su estilo rinde homenaje a la herencia aeronáutica de Spyker, con indicadores cromados, ribetes de aluminio torneado y asientos de cuero acolchados que parecen sacados de un avión antiguo. Su rendimiento, sin embrago, no tiene nada de anticuado, con un motor V8 de 400 caballos de fuerza que lo impulsa hasta las 62 mph en 4.5 segundos. Se vende a partir de US$250,000.
SSC Ultimate Aero
Shelby Supercars (SSC) de West Richland, Washington, pareció salir de la nada en 2007 para abofetear al Bugatti. Su superautomóvil Ultimate Aero superó al Veyron de la marca de sangre azul y un precio de más de un millón de dólares para convertirse en el automóvil de venta al público más veloz del mundo, título que Bugatti ha recuperado con su Veyron Super Sport. Aun así, el Ultimate Aero se encuentra a la cabeza de los superautomóviles, ayudado por un motor V8 con sobrealimentador que genera unos sensacionales 1,287 caballos de fuerza y puede lanzar al SSC de 0 a 60 mph en 2.78 segundos, con una velocidad máxima de 257.4 mph. Su precio arranca en US$650,000.
Y no estamos hablando de sedanes o vehículos todo terreno ordinarios, sino de superautomóviles que pueden hacer frente a los Ferraris y los Aston Martin. Como todavía no han establecido su reputación, y tienen nombres estrafalarios como Gumpert, Koenigsegg y Spyker, es probable que algunos tiendan a descartarlos, pero eso sería un error.
Para quienes crean que comprarse un Bugatti Veyron no llama suficientemente la atención, está el a.d. Tramontana. Las letras "a.d." son las siglas en inglés de "diseño avanzado", descripción que se queda corta si tenemos en cuenta que está equipado con carrocería de fibra de carbono, motor Mercedes AMG V12 de 720 caballos de fuerza con dos turbocompresores, llantas de aleación de magnesio y una cubierta de vidrio sobre la cabina como si fuerza un avión caza. Se puede elegir entre una versión monoplaza y otra biplaza, en la cual el pasajero se sienta directamente detrás del conductor. La cubierta de avión caza es opcional. Sólo se fabrican unas doce unidades al año en los talleres de la empresa en Cataluña, España. El precio inicial es de aproximadamente US$500,000.
Gumpert Apollo
El Gumpert Apollo es tan alemán como el Ferrari es italiano. Se fabrica en Altenburg, en la región central de Alemania. Tiene unas formas austeras muy Bauhaus y su motor Audi V8 muy modificado aporta 650 caballos de fuerza a las ruedas traseras. Tiene una verdadera alma de automóvil de carreras, con una estructura de acero que cumple con los reglamentos de competición. Está tan personalizado que los asientos se moldean en una estructura de fibra de carbono que conforma todo el interior, así que no es posible simplemente deslizar o inclinar el asiento para ajustarlo. La posición de conducción se adapta a cada comprador mediante el ajuste de los pedales, el volante y el relleno de los asientos. Su precio arranca en US$400,000 y puede trepar a US$750,000... y más.
Iconic AC Roadster
Se podría decir que el AC Roadster de Iconic Motors es el Shelby Cobra del siglo XXI. Aunque este biplaza de 800 caballos de fuerza, que tiene un valor de US$350,000, luzca como el clásico cupé de la década de 1960, todo en él es nuevo y diseñado desde cero, incluido el motor V8 con biela de empuje, el chasis de aleación de cromo y fibra de carbono, los amortiguadores opuestos horizontalmente y las tuercas de las ruedas con cierre centralizado y torneadas de una sola pieza de titanio. El fundador de la empresa, Claudio Ballard, se sirvió incluso de sus 35 años de experiencia en la industria de la computación para reinventar el sistema eléctrico del automóvil, reemplazando metros de cables analógicos con módulos digitales de un solo cable, que ahorran espacio y energía.
Koenigsegg Agera
La fábrica sueca Koenigsegg lleva más de una década de actividad, pero sus extravagantes automóviles son como naves extraterrestres para la mayoría de los conductores. Sin embargo, para los aficionados a los automóviles se ha convertido en el David que vencerá a los Goliats. La creación más reciente de la empresa es el Agera. Las marcas de esta bestia de 850 caballos de fuerza son asombrosas: acelera de 0 a 62 mph en 3.1 segundos y su velocidad máxima aproximada es de 245 mph. Pero algunas de sus prestaciones menos evidentes son igual de impresionantes, como la "iluminación fantasma", que utiliza "nanotubos invisibles" para emitir luz a través de botones de aluminio espejo. El precio no está disponible.
McLaren MP4-12C
Allá por 1993, un automóvil de nombre McLaren F1 produjo conmoción en el mundo de los superautomóviles con su alucinante rendimiento y un precio de un millón de dólares. Bueno, parece que la historia se va a repetir. Después de años de concentrarse en las carreras de Fórmula Uno y algunas ofertas orientadas al mercado del alto rendimiento, McLaren presenta un automóvil deportivo más domesticado. A diferencia de su antecesor, que es en esencia un automóvil de carreras habilitado para circular por las calles, el MP4-12C está diseñado para superar en rendimiento a fábricas establecidas de automóviles deportivos de Gran Bretaña e Italia, a la vez que ofrece comodidades suficientes para la conducción cotidiana. El precio a pagar por el derecho a conducirlo comienza en US$250,000.
Morgan Aero SuperSports
La empresa automotriz británica Morgan Motor Co. ha fabricado durante mucho tiempo cupés convertibles a la antigua, con carrocería de madera (sí, de madera) y estilo clásico. Y aún lo hace. En 2000, Morgan presentó un convertible llamado Aero 8, que polarizó a los aficionados con su estilo clásico pero actualizado. Le siguió el AeroMax cupé de edición limitada en 2008. Ahora llega el Aero SuperSports, que es una combinación de sus predecesores, con el baúl alargado del AeroMax y techo con panel desmontable para conducir al viento. Al igual que los Aeros, el SuperSports (que se vende por unos US$200,000) obtiene su potencia de un motor BMW V8 que ofrece un rendimiento explosivo con alto nivel de confiabilidad
Noble M600
Noble es una pequeña empresa británica poco conocida fundada por el empresario e ingeniero Lee Noble. Hasta hace poco, ofrecía poco más que los llamados kit cars, cuyos chasis de acero, carrocerías de fibra de vidrio y motores de origen Ford debían comprarse por separado para luego ensamblarlos, ya que los automóviles no cumplían por sí mismos con las reglamentaciones de seguridad y emisiones de los EE. UU. Pero, así y todo, eran capaces de humillar a los Ferraris y los Lamborghinis tanto en arranque como en las curvas. El nuevo M600 de Noble es un superautomóvil con una exótica carrocería de fibra de carbono y motor V8 de 650 caballos de fuerza con doble turbocompresor.
Pagani Zonda
El argentino Horacio Pagani comenzó a tallar modelos de superautomóviles de madera cuando tenía 12 años. Los que construye ahora son de verdad y cuestan más de un millón de dólares. Después de ocupar la gerencia de la división compuesta de Lamborghini y luego establecerse por su cuenta como asesor de diseño e ingeniería, fundó Pagani Automobili en 1992 para crear su propio rival del Lamborghini, el Zonda. El diseño con motivo de avión jet se hace evidente en el habitáculo tipo cabina de piloto y en los exclusivos tubos de escape cuádruples. El motor V12 construido a mano de la división AMG de Mercedes propulsa a este biplaza de peso liviano con el empuje propio de una turbina.
Spyker C8 Aileron
Antes de que Spyker Cars comprara Saab a General Motors a comienzos de 2010, relativamente poca gente conocía a esta diminuta empresa automovilística holandesa. Pero se ha estado dedicando a la fabricación de seductores superautomóviles con motores Audi desde 2000. El último modelo de la empresa, el C8 Aileron, representa la evolución de sus predecesores, el C8 Roadster y el Laviolette. Al igual que ellos, su estilo rinde homenaje a la herencia aeronáutica de Spyker, con indicadores cromados, ribetes de aluminio torneado y asientos de cuero acolchados que parecen sacados de un avión antiguo. Su rendimiento, sin embrago, no tiene nada de anticuado, con un motor V8 de 400 caballos de fuerza que lo impulsa hasta las 62 mph en 4.5 segundos. Se vende a partir de US$250,000.
SSC Ultimate Aero
Shelby Supercars (SSC) de West Richland, Washington, pareció salir de la nada en 2007 para abofetear al Bugatti. Su superautomóvil Ultimate Aero superó al Veyron de la marca de sangre azul y un precio de más de un millón de dólares para convertirse en el automóvil de venta al público más veloz del mundo, título que Bugatti ha recuperado con su Veyron Super Sport. Aun así, el Ultimate Aero se encuentra a la cabeza de los superautomóviles, ayudado por un motor V8 con sobrealimentador que genera unos sensacionales 1,287 caballos de fuerza y puede lanzar al SSC de 0 a 60 mph en 2.78 segundos, con una velocidad máxima de 257.4 mph. Su precio arranca en US$650,000.
